viernes, 26 de noviembre de 2010

Condilomas

La séptima ETS que explicaremos son los condilomas o ‘cresta de gallo’ por su semejanza morfológica con las crestas de gallo, éstos se deben a un virus llamado papillomavirus. Ese virus es muy contagioso durante las relaciones sexuales. Se trata de una infección que puede volverse grave si no está curada ya que es responsable de la mayoría de las lesiones precancerosas y cancerosas del cuello del útero. Esa infección no es dolorosa y a veces no se ve.
Para las mujeres, los condilomas son como unas verrugas situadas en la vulva, las paredes de la vagina o el cuello del útero. Para el hombre, los condilomas son más o menos visibles sobre el glande y el prepucio.  Esa infección muchas veces no se nota y la detección para la mujer se hace gracias al frotis. Al descubrir condilomas de la mujer siempre habrá que buscarlos en la pareja masculina.
El tratamiento por láser es eficaz para los condilomas de la vagina o del cuello del útero. Para los condilomas externos existen cremas virucidas.  Han sido clasificados más de 50 tipos diferentes de VPH. Los tipos más severos, incluyendo los tipos 6 y 11, se asocian con abultamiento y aspereza, y las verrugas genitales son fácilmente visibles (especialmente en mujeres).
Los otros tipos se asocian con verrugas planas. Hay otros tipos más importantes que se asocian con cambios pre-malignos y malignos en el cuello del útero (manchas anormales en el Papanicolau).  Investigaciones demuestran que la presencia VPH junto con el virus de herpes es un buen predictor del cáncer cervical.
En el pene, las verrugas genitales tienden a ser más pequeñas que sobre los genitales femeninos o que las perianales en ambos sexos.  Los condilomas crecen mejor en el área genital húmeda: son ásperos, coloreados y duros apareciendo solos o en racimos.
Las verrugas alrededor del ano y de la vulva pueden agrandarse rápidamente tomando un aspecto de coliflor.
En las mujeres el Virus del Papiloma Humano puede invadir la vagina y el cuello del útero. Estas verrugas son planas y no son fácilmente visibles sin procedimientos especiales.  Para detectar el VPH es importante hacer la prueba de Papanicolau regularmente.  La infección por VPH es muy frecuente y no tiene síntomas (asintomáticos).
Los posibles factores de riesgo que esta enfermedad puede tener son múltiples parejas sexuales, parejas de desconocidos, el mal uso del preservativo y el inicio temprano de la actividad sexual.
Los tratamientos para erradicar las lesiones incluyen: ácido tricloroacético, podofilino, y nitrógeno líquido. Los tratamientos quirúrgicos incluyen: crioterapia, electrocauterización, terapia con láser o escisión quirúrgica.

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