lunes, 13 de diciembre de 2010

Sida

La décima ETS de la que vamos a hablar es el sida que es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona que se contagia por contacto sexual, por la sangre, o por transmisión de una madre infectada a su hijo. Se está convirtiendo en uno de los más graves problemas de salud en todo el mundo.
Los síntomas del sida son cansancio, Inflamación de ganglios, dolor de garganta, dolores musculares y de las articulaciones, fiebre, dolores de cabeza y fatiga, diarreas frecuente, sudores nocturnos durante meses sin causa identificable, pérdida de peso de más de 10 kilogramos sin explicación aparente. Algunas personas pueden permanecer meses o años sin presentar síntomas. Pero, durante este tiempo pueden enfermar a otras personas.
El SIDA afecta a hombres y mujeres y al feto durante el embarazo. Destruye las defensas del cuerpo, de manera que las personas están más propensas a padecer enfermedades infecciosas y algunos tipos de cáncer. Hasta el momento no se ha encontrado una curación para el SIDA. Cuando empiezan los síntomas de la enfermedad, la persona puede tener diferentes infecciones como la Gripe, el Cáncer de piel, Tuberculosis, Diarrea y otras.

A estas enfermedades se les llama "oportunistas", porque se aprovechan de que las defensas de la persona están bajas para entrar y producirle infecciones. La persona recibe tratamiento y se cura de la infección, por ejemplo, gripe o diarrea. Pero, los microbios del SIDA siguen en su organismo enfermándolo.
Los microbios del SIDA entran en el cuerpo y atacan las células encargadas de la defensa del organismo. Con esto, bajan las defensas, haciendo que las enfermedades oportunistas aparezcan una después de otra, deteriorando poco a poco el organismo, hasta provocar la muerte de la persona.

Para prevenir el sida es necesario mantener relaciones sexuales solo con su pareja  y que use preservativo o condón (siempre, aunque la otra persona sea del mismo sexo), especialmente en relaciones sexuales con personas desconocidas o promiscuas, desde el inicio hasta el final de la relación.
Las formas de contagio son: Contagio directo con sangre infectada (transfusión, jeringas), Relaciones sexuales son personas infectadas, Los hijos de mujeres con la enfermedad antes, durante y después del parto, Uso de jeringas o agujas contaminadas con sangre de enfermos de SIDA. Cualquier persona que tenga riesgo de contraer la enfermedad o crea que la tiene  debe consultar a su doctor, éste  le recomendará los exámenes correspondientes para determinar si tiene o no la enfermedad.

Hepatitis B


La novena ETS que trataremos es la hepatitis B Llamada virus de la hepatitis B que infecta al hígado (el hígado ayuda a digerir la comida y mantiene la sangre saludable). Actualmente es la única ETS que se puede prevenir con una vacuna. La hepatitis B puede ser contraída por cualquier persona aunque las personas que tienen relaciones sexuales sin protección o usan drogas inyectables tienen más probabilidades de contraerla
La hepatitis B vive en todos los líquidos del cuerpo pero es a través de la sangre, el semen y los líquidos vaginales por donde se puede transmitir principalmente. Es posible infectarse teniendo relaciones sexuales (por vía vaginal, anal u oral) con una persona infectada, compartiendo artículos personales como hojas de afeitar, cepillos de dientes y cortaúñas con una persona infectada, compartiendo agujas para inyectarse drogas con una persona infectada, usando agujas o equipo no estéril para hacerse tatuajes, perforarse los oídos para ponerse aretes, o aplicar acupuntura  y una madre infectada con hepatitis B también puede pasarle el virus a su bebé durante el parto.

Muchas personas no tienen síntomas. Algunas personas pueden tener hepatitis B sin tener ningún síntoma y luego volverse inmunes (lo cual significa que están protegidas contra infecciones futuras por hepatitis B). Algunas personas pueden tener síntomas que desaparecen y luego volverse inmunes. Otras contraen el virus y nunca se vuelven inmunes. Estas personas son portadoras y pueden continuar transmitiendo el virus a otros, aun años después. Si una persona tiene síntomas, éstos pueden tardar entre 6 semanas y 6 meses en aparecer después de la infección con hepatitis B. Muchas personas con hepatitis B tienen síntomas parecidos a los de la gripe. Los síntomas pueden incluir cansancio, pérdida del apetito y de peso, fiebre, tono amarillento de la piel o los ojos (ictericia), dolor muscular o de articulaciones, dolor de estómago, náusea, vómitos, diarrea, orina de color oscuro, evacuaciones (movimientos intestinales) de color claro, hígado hinchado y sensible al tacto (el médico lo detecta durante el examen médico). Se puede detectar a través de un análisis de sangre.
No hay cura para la hepatitis B. Pero la mayoría de las personas se recupera y no tiene ningún síntoma después de 6 meses. El tratamiento consiste en conseguir suficiente descanso, comer una dieta saludable y evitar el alcohol. El proveedor de cuidados de salud verifica que el hígado esté funcionando normalmente mediante análisis de sangre.
Algunas personas llevan el virus sin tener síntomas y pueden transmitírselo a otros. La hepatitis B también puede causar síntomas de larga duración, así como enfermedad permanente del hígado, incluyendo cáncer del hígado.
Para prevenirla Puede vacunarse contra la hepatitis B. La vacuna consta de uno o varios antígenos, en forma de microorganismos vivos atenuados o inertes, o sólo los antígenos, que provocan una reacción inmune en el organismo receptor, pero sin provocar enfermedad. De esta forma, el organismo "memoriza" el antígeno, y si en adelante se da alguna infección, puede reaccionar rápida y eficazmente en contra de ella. La vacuna de la hepatitis B se aplica en tres inyecciones. Todos los bebés deben recibirla. Los lactantes reciben la primera inyección a las 12 horas de haber nacido. La segunda inyección se les aplica entre 1 y 2 meses de edad, y la tercera entre los 6 y los 18 meses de edad.

Ladillas

La octava ETS de la que vamos a hablar son las ladillas o los piojos púbicos ("crabs" en inglés) son bichitos pequeños que chupan sangre y viven en el pelo púbico (pelo del área del pene o la vagina). Estos causan mucha picazón.
Las ladillas muchas veces se transmiten a través del contacto de piel a piel con una persona infectada. Estos bichitos literalmente pueden saltar del pelo púbico de una persona a otra durante el sexo. También se pueden pasar durmiendo en una cama infectada, de ropa infectada, y posiblemente de un inodoro con ladillas.
Normalmente las ladillas se pueden encontrar en el área púbica pero los piojos también se pueden encontrar en los sobacos, las pestañas, las barbas, los bigotes, y hasta el pelo de la cabeza. El síntoma más común es una picazón tremenda. La picazón viene de una reacción alérgica a las picadas de los piojos.
Las ladillas se pueden quitar poniéndose una medicina en líquido directamente en el pelo púbico. Tu médico te puede dar una receta. También puedes comprar medicinas sin receta del médico en la farmacia. Después del tratamiento, se puede usar un peine finito para quitar las ladillas y sus huevos.
Asegura lavar y secar tu ropa, sábanas, toallas, etc. con agua caliente para matar todas las ladillas y sus huevos y no volverte a infectar después de haberte tratado con la medicina. Avísale a cualquier pareja sexual (presente o de antes) para que puedan ser tratados.  A pesar de que uses un condón de látex para prevenir infectarte con otra enfermedad transmitida sexualmente (STD), las ladillas se pueden pegar. Las ladillas tienen tres etapas de vida: huevo, liendre y piojo. Las liendres nacen dentro de cinco y 10 días después de incubadas.
Cualquier persona puede contraer piojos púbicos aunque quien corre mayor riesgo de contraerlos son las personas que tienen varias parejas distintas.
Es posible no tener síntomas cuando se tiene ladillas pero cuando se tienen éstos aparecen de cinco días a varias semanas después de contraerlos, se puede tener un picor intenso alrededor del área genital, y se puede dar una infección en la piel si se rasca. Se diagnostican a través de un examen físico en la zona afectada.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Condilomas

La séptima ETS que explicaremos son los condilomas o ‘cresta de gallo’ por su semejanza morfológica con las crestas de gallo, éstos se deben a un virus llamado papillomavirus. Ese virus es muy contagioso durante las relaciones sexuales. Se trata de una infección que puede volverse grave si no está curada ya que es responsable de la mayoría de las lesiones precancerosas y cancerosas del cuello del útero. Esa infección no es dolorosa y a veces no se ve.
Para las mujeres, los condilomas son como unas verrugas situadas en la vulva, las paredes de la vagina o el cuello del útero. Para el hombre, los condilomas son más o menos visibles sobre el glande y el prepucio.  Esa infección muchas veces no se nota y la detección para la mujer se hace gracias al frotis. Al descubrir condilomas de la mujer siempre habrá que buscarlos en la pareja masculina.
El tratamiento por láser es eficaz para los condilomas de la vagina o del cuello del útero. Para los condilomas externos existen cremas virucidas.  Han sido clasificados más de 50 tipos diferentes de VPH. Los tipos más severos, incluyendo los tipos 6 y 11, se asocian con abultamiento y aspereza, y las verrugas genitales son fácilmente visibles (especialmente en mujeres).
Los otros tipos se asocian con verrugas planas. Hay otros tipos más importantes que se asocian con cambios pre-malignos y malignos en el cuello del útero (manchas anormales en el Papanicolau).  Investigaciones demuestran que la presencia VPH junto con el virus de herpes es un buen predictor del cáncer cervical.
En el pene, las verrugas genitales tienden a ser más pequeñas que sobre los genitales femeninos o que las perianales en ambos sexos.  Los condilomas crecen mejor en el área genital húmeda: son ásperos, coloreados y duros apareciendo solos o en racimos.
Las verrugas alrededor del ano y de la vulva pueden agrandarse rápidamente tomando un aspecto de coliflor.
En las mujeres el Virus del Papiloma Humano puede invadir la vagina y el cuello del útero. Estas verrugas son planas y no son fácilmente visibles sin procedimientos especiales.  Para detectar el VPH es importante hacer la prueba de Papanicolau regularmente.  La infección por VPH es muy frecuente y no tiene síntomas (asintomáticos).
Los posibles factores de riesgo que esta enfermedad puede tener son múltiples parejas sexuales, parejas de desconocidos, el mal uso del preservativo y el inicio temprano de la actividad sexual.
Los tratamientos para erradicar las lesiones incluyen: ácido tricloroacético, podofilino, y nitrógeno líquido. Los tratamientos quirúrgicos incluyen: crioterapia, electrocauterización, terapia con láser o escisión quirúrgica.

Cándidas

La sexta ETS de la que vamos a hablar es las cándidas o como también se la conoce “infección por levaduras" o CVV. es una infección micótica común que ocurre cuando hay sobrecrecimiento del hongo llamado Cándida.
La Cándida siempre está presente en el organismo en pequeñas cantidades. No obstante, cuando ocurre un desequilibrio por ejemplo: cambios en la acidez normal de la vagina o cambios en el equilibrio hormonal, la Cándida puede multiplicarse. Cuando esto ocurre, aparecen los síntomas de la candidiasis.
La mayoría de los casos de infección por Cándida son causados por la Cándida del propio organismo de la persona. Las levaduras de la especie de la Cándida generalmente viven en la boca, en el tracto gastrointestinal y en la vagina sin causar síntomas.
En raras ocasiones, los hombres también pueden experimentar candidiasis genital. La CVV se presenta con mayor frecuencia y de forma más severa en personas con sistemas inmunes debilitados. El embarazo, la diabetes mellitus, el uso de antibióticos de amplio espectro o el uso de medicamentos con corticosteroides pueden ser  condiciones de riesgo que pueden provocar candidiasis genital en la mujer.
Generalmente las mujeres experimentan prurito o ardor, con o sin secreción "similar a queso fresco".  Mientras que los hombres con candidiasis genital pueden experimentar sarpullido con prurito en el pene. Los medicamentos preferidos para tratar las infecciones vaginales por levaduras son los antimicóticos, los cuales pueden ser administrados por vía oral, a través de la vagina o aplicados directamente sobre el área afectada.
Las infecciones que no responden a tratamiento son especialmente en las mujeres infectadas por el VIH y que reciben terapia antifúngica a largo plazo. El uso prolongado y frecuente de estos tratamientos puede disminuir su eficacia. Lo más aconsejable es asistir al médico en caso de tener alguno de sus síntomas.

Trichomonas

La quinta ETS que vamos a tratar son las tricomonas que son unos parásitos protozoos. Muchas personas que tienen tricomoniasis no lo saben debido a que a menudo la infección no presenta síntomas. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de presentar algún síntoma. Usted puede contagiar la tricomoniasis a otras personas sin saberlo. La tricomoniasis es fácil de tratar y de curar.
Puede contraer tricomoniasis al tener relaciones sexuales por la vagina con alguien que está infectado. Las mujeres contraen la infección generalmente en la vagina. Los hombres contraen la infección generalmente en la uretra (canal urinario). Las mujeres pueden contraer la enfermedad de hombres y mujeres infectados. Los hombres por lo general la contraen de mujeres infectadas.
Las mujeres que padecen esta enfermedad presentan síntomas como flujo vaginal anormal, con un fuerte olor, Molestias al orinar o al tener relaciones sexuales e Irritación o picazón alrededor de los genitales. Mientras que los hombres que la padecen pueden presentar síntomas como Una irritación o sensación de ardor dentro del pene o una secreción del pene, aunque en la mayoría de los casos no presentan síntomas. Aunque ante cualquier sospecha de padecer tricomonas acuda a su médico. Para prevenir esta enfermadad lo más aconsejable es el uso responsable del preservativo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Clamidia


La cuarta ETS que os mostramos es la clamidia que está causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que puede afectar los órganos genitales de la mujer. Aunque generalmente la infección por clamidia no presenta síntomas o se manifiesta con síntomas leves, hay complicaciones graves que pueden ocurrir “en forma silenciosa” y causar daños irreversibles, como la infertilidad, antes de que la mujer se dé cuenta del problema. Esta infección también puede causar secreción del pene en un hombre infectado. La infección por clamidia puede ser transmitida durante relaciones sexuales vaginales, orales o anales. También se puede transmitir de madre a hijo durante el parto vaginal.
Toda persona sexualmente activa puede contraer la infección por clamidia. Cuanto mayor número de parejas sexuales tenga la persona, mayor es el riesgo de infección. Las adolescentes y las mujeres jóvenes que son sexualmente activas están expuestas a un mayor riesgo de infección porque el cuello uterino (la entrada al útero) no se ha formado completamente y es más susceptible a infecciones. Debido a que la clamidia puede transmitirse durante las relaciones sexuales orales o anales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también están en peligro de contraer la infección clamidial.
A la infección por clamidia se la conoce como la enfermedad "silenciosa" porque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. Cuando se manifiestan, los síntomas aparecen generalmente entre 1 y 3 semanas después del contagio.
En las mujeres, la bacteria infecta inicialmente el cuello uterino y la uretra (el conducto urinario). Las mujeres con síntomas podrían presentar flujo vaginal anormal o una sensación de ardor al orinar. Algunas mujeres siguen sin tener signos ni síntomas aun cuando la infección se propague del cuello uterino a las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero); otras mujeres presentan dolor en la parte inferior del vientre, dolor de espalda, náusea, fiebre, dolor durante las relaciones sexuales o sangrado entre los períodos menstruales. La infección clamidial del cuello uterino puede propagarse al recto. Los hombres con signos o síntomas podrían presentar secreción del pene o una sensación de ardor al orinar; también pueden sufrir de ardor y picazón alrededor de la abertura del pene. El dolor y la inflamación de los testículos es poco frecuente.
Los hombres o mujeres que tienen relaciones sexuales con penetración anal pueden contraer la infección clamidial en el recto, lo cual puede causar dolor, secreciones o sangrado en el recto. La infección por clamidia también puede presentarse en la garganta de las mujeres y hombres que han tenido relaciones sexuales orales con una pareja infectada.
Hay cierta evidencia de que en las mujeres embarazadas, las infecciones clamidiales que no reciben tratamiento pueden propiciar partos prematuros. Los bebés que nacen de mujeres infectadas pueden contraer infecciones clamidiales en los ojos y en las vías respiratorias. La infección por clamidia es una de las causas principales de neumonía precoz y conjuntivitis en los recién nacidos.

Herpes genital

La tercera ETS que os vamos a presentar es el herpes genital que está causada por los virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). La mayoría de los herpes genitales son causados por el tipo VHS-2. La mayoría de las personas infectadas por el VHS-1 o VHS-2 no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos.
Cuando se manifiestan los signos, usualmente lo hacen en forma de una o más ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se rompen formando úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se presentan. Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.
La mayoría de las personas infectadas por el VHS-2 no saben que tienen la infección. Sin embargo, si se presentan signos y síntomas durante el primer brote pueden ser bastante pronunciados. El primer brote ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del virus y las llagas se curan típicamente en dos a cuatro semanas. Otros signos y síntomas durante el episodio primario pueden incluir una segunda serie de llagas y síntomas parecidos a la gripe, entre ellos fiebre e inflamación de las glándulas. Sin embargo, la mayoría de las personas con la infección por VHS-2 nunca presentan llagas o pueden tener signos muy leves que no se notan o que se confunden con picaduras de insectos o con otras afecciones de la piel.
La mayoría de las personas a quienes se les ha diagnosticado un primer caso de herpes genital pueden esperar tener varios (típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un período de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida que pasa el tiempo. Es posible que la persona se dé cuenta que tuvo un caso de herpes genital años después de que adquirió la infección.
No existe un tratamiento que pueda curar el herpes, pero los medicamentos antivirales pueden acortar y prevenir los brotes durante el tiempo que la persona toma los medicamentos. Adicionalmente, la terapia supresiva diaria contra el herpes sintomático puede reducir la posibilidad de transmisión a las parejas sexuales de las personas infectadas.

martes, 23 de noviembre de 2010

Sífilis

La segunda ETS que vamos a explicar es la sífilis que está causada por la bacteria Treponema pallidum. A menudo se le ha llamado “la gran imitadora” porque muchos de sus signos y síntomas no se distinguen fácilmente de otras enfermedades. La sífilis se pasa de una persona a otra a través del contacto directo con una úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto. También pueden salir en los labios y en la boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales.      
Al igual que la gonorrea ésta también se puede transmitir en las mujeres embarazadas al bebé que llevan en el vientre,  Un bebé infectado puede que nazca sin los signos y síntomas de la enfermedad. Sin embargo, si no es sometido a tratamiento de inmediato, el bebé puede presentar serios problemas al cabo de unas cuantas semanas. Si estos bebés no reciben tratamiento, pueden sufrir de retraso en el desarrollo, convulsiones o morir.
La sífilis no se contagia a través de los inodoros, las manijas de las puertas, las piscinas, las bañeras normales o de hidromasaje, ni por compartir ropa o cubiertos. Muchas personas que tienen ésta enfermedad no presentan síntomas durante años, pero aun así enfrentan el riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan la enfermedad. Las personas que están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad transmiten la infección aunque muchas veces las úlceras sifilíticas no se puedan reconocer. Por lo tanto, las personas que no saben que están infectadas pueden contagiar la enfermedad.
La sífilis se desarrolla en tres fases:
ü  La fase primaria que suele estar marcada por la aparición de una sola úlcera (llamada chancro), pero puede que haya muchas. El tiempo que transcurre entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días (con un promedio de 21 días). Por lo general, el chancro es firme, redondo, pequeño e indoloro. Aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. El chancro dura de 3 a 6 semanas y desaparece sin ser tratado. Sin embargo, si no se administra el tratamiento adecuado la infección avanza a la fase secundaria.
ü  La fase secundaria se caracteriza por erupciones en la piel y lesiones en las membranas mucosas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una erupción de la piel en una o más áreas del cuerpo, que por lo general no produce picazón. Las erupciones de la piel asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer cuando el chancro se está curando o varias semanas después de que se haya curado. La erupción característica de la sífilis secundaria puede tomar el aspecto de puntos rugosos, de color rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. Sin embargo, en otras partes del cuerpo también pueden aparecer erupciones de aspecto distinto, o que son similares a las causadas por otras enfermedades. Algunas veces, las erupciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves que pasan desapercibidas. Además, puede que se presenten otros síntomas durante la fase secundaria de la sífilis, como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello en algunas áreas, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria desaparecen aun si no son tratados, pero si no se administra tratamiento la infección progresará a la fase latente y posiblemente hasta la última fase de la enfermedad.
ü  La fase latente o terciaria comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no presente signos o síntomas ya que la infección permanece en el cuerpo. Esta fase latente puede durar años. En el 15% de las personas que no reciben tratamiento para la sífilis, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de haberse adquirido la infección. En esta fase avanzada la sífilis puede afectar posteriormente órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los signos y síntomas de la fase terciaria de la sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. El daño puede ser grave y causar la muerte.
Para su tratamiento es aconsejable acudir al médico en cuanto se descubra el chancro o aparezcan las erupciones o manchas en la espalda, en pies y en palmas de la mano. En la etapa avanzada de la sífilis (úlceras en las piernas, deformación de los huesos y articulaciones), si la persona se somete a tratamiento de la enfermedad puede curarse, pero los daños que tiene son irreparables, por ello lo mejor es acudir al médico en cuanto se note los síntomas de la primera fase porque las consecuencias podrían ser  padecer de calvicie, sordera, locura, ceguera, enfermedades del corazón, riñones, hígado, deformaciones de los huesos, enfermedades en las arterias, hijos con deformaciones, mayor riesgo de infección por SIDA y muerte.
Para prevenir la sífilis Mantener relaciones sexuales solo con su pareja  y usar preservativo o condón con personas desconocidas o promiscuas, también es bueno que las mujeres que se queden embarazadas se hagan una analítica para descartar la posibilidad de que puedan tener la enfermedad ya que descubrirla a tiempo reduce los riesgos.

Gonorrea o Gonococia.

La primera ETS que vamos a tratar es la gonorrea que  está  causada por la Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero (matriz) y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, la garganta, los ojos y el ano.
La gonorrea se transmite por contacto con el pene, la vagina, la boca o el ano. No es necesario que haya una eyaculación para transmitir o contraer la gonorrea. La gonorrea también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. Las personas que han tenido gonorrea y han sido tratadas pueden infectarse de nuevo si tienen contacto sexual con una persona que tiene la enfermedad.
Aunque muchos hombres con gonorrea no tengan ningún síntoma, en algunos aparecerán signos o síntomas de dos a cinco días después de contraer la infección. Algunos síntomas pueden tardar hasta 30 días en aparecer. Entre los signos y síntomas se encuentran la sensación de ardor al orinar y una secreción blanca, amarilla o verde del pene. Algunas veces a los hombres con gonorrea les duelen los testículos o se les inflaman.
La mayoría de las mujeres con gonorrea no tienen síntomas y, si los tienen, éstos son leves. Incluso cuando tienen síntomas, pueden ser tan poco específicos que se confunden con los síntomas de una infección vaginal o de cistitis. Entre los primeros signos y síntomas en las mujeres se encuentran una sensación de dolor o ardor al orinar, aumento del flujo vaginal y hemorragia vaginal entre períodos. Las mujeres con gonorrea están expuestas al riesgo de tener graves complicaciones por la infección, independientemente de la presencia o gravedad de los síntomas.
Entre los síntomas de infección rectal, tanto en hombres como en mujeres, puede haber secreción, picazón, dolor y sangrado en el ano y dolor al defecar. También es probable que la infección rectal no esté acompañada de síntomas. Las infecciones de la garganta puede que provoquen dolor de garganta, pero por lo general no presentan ningún síntoma.
Si una mujer embarazada tiene gonorrea, es probable que le transmita la infección a su bebé cuando éste pasa por la vía de parto durante el nacimiento. Esto puede provocar ceguera, infección en las articulaciones y una infección sanguínea potencialmente mortal en el bebé. Tratar la gonorrea tan pronto como se detecta en la mujer embarazada reducirá el riesgo de estas complicaciones.
Para su tratamiento lo más aconsejable es asistir al médico ya que las consecuencias pueden ser: Meningitis (inflamación de las membranas que cubren el cerebro), ceguera, pulmonía, enfermedades del corazón, hígado, riñones y próstata, esterilidad, artritis, ceguera en los hijos (al pasar por el canal del parto)
Para prevenir la gonorrea es necesario: Fidelidad, tener relaciones sexuales sólo con su pareja y  usar preservativo o condón especialmente en relaciones sexuales con personas desconocidas o promiscuas.
Un consejo muy importante es que acuda a su médico en cuanto sienta dolor, le aparece un grano, llaga u otro líquido de sus órganos genitales porque en la actualidad la gonorrea es una enfermedad que se puede curar fácilmente si se detecta a tiempo, por eso ante cualquier sospecha lo mejor es ir al médico.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Enfermedades de Transmisión Sexual: ETS.


Las enfermedades de transmisión sexual son infecciones que se pueden adquirir a través de las relaciones sexuales (sexo oral, anal, coito) cuando no se usa una protección adecuada. Afectan tanto a
mujeres como a hombres. La mejor manera de frenar estos microorganismos es el uso habitual del preservativo en nuestras relaciones íntimas, ya que de otra manera se corre el riesgo de que un microorganismo (como puede ser un herpes vaginal) se instale en nuestros genitales (sitio donde encuentran las condiciones perfectas para su desarrollo y vida porque son húmedos y oscuros) y nos de más de un quebradero de cabeza o incluso pueda afectar seriamente a nuestra salud (como es el caso del SIDA, la enfermedad del siglo XXI para la que aún no hay una cura y que afecta a tantas personas).
Las ETS existen desde los inicios de la vida y han acompañado al ser humano desde siempre aunque no siempre se las ha denominado de la misma forma, por ejemplo los romanos las identificaban como “morbus incidens”, luego Jaques de Bitencourt las llamaba “enfermedades venéreas” a finales del siglo XVI, más adelante Siboulei las señala como “efectos colaterales del amor”.
Con la aparición del microscopio se las pudo frenar un poco porque éste hizo posible la identificación de los microbios que causaban las enfermedades y la llegada de los antibióticos tras la segunda guerra mundial dio lugar que se pudieran controlar varias de estas enfermedades pero a  lo largo de la historia diversos acontecimientos sociales han hecho que las ETS siempre estén presentes en la vida humana.
Existen enfermedades bien delimitadas y que se encuentran en el aparato genital, que afectan directamente a la uretra masculina y al pene y que afectan directamente a la uretra femenina y a la vagina. Luego hay otras enfermedades que no están bien delimitadas y que afectan a todo el organismo.
Es muy curioso que con todos los avances médicos que hay en la actualidad, con respecto a las ETS, sigan dándose contagios a través de relaciones sexuales. Es raro ver como se denomina a nuestra sociedad “sociedad de la información” y escuchar que cada vez es mayor el número de personas que contraen enfermedades de este tipo.
Hoy en día lo importante es cómo evitar un embarazo no deseado, y muchos jóvenes optan por utilizar otros métodos anticonceptivos en vez del preservativo sin tener en cuenta que las ETS están muy presentes y que la única de evitarlas es el condón. Hechos como la aparición de la píldora hacen que se olviden estos detalles tan esenciales como la vida misma.
Las enfermedades de transmisión sexual  y su tratamiento han supuesto muchas incógnitas a lo largo de la historia, que ya han sido solucionadas por la ciencia aunque aún queda mucho camino que andar referente a este tema porque todavía siguen surgiendo interrogantes que hay que resolver.
Muchas personas en el mundo desconocen estas enfermedades, y la ignorancia es el camino más peligroso que hay para combatir las ETS, ya que desconocer las vías de contagio nos hace vulnerables.
Aunque son bastantes los tipos de enfermedades de transmisión sexual que existen en la actualidad nosotras nos vamos a centrar en las siguientes:
. Gonorrea o gonococia: producida por el gonococo que se encuentra preferentemente en zonas templadas y húmedas del cuerpo.
. Sífilis: causada por una bacteria llamada treponema pallidum.
. Herpes genital: El virus responsable de esta infección es uno de los más difundidos entre los seres humanos.
. Clamidia: esta infección se debe a la bacteria Chlamydia trachomatis.
. Tricomonas: Las tricomonas son unos parásitos protozoos que se ceban especialmente con las mujeres.
. Cándidas: hongo, que se asienta en las mucosas húmedas y calientes.
. Condilomas: Se trata de lesiones verrugosas similares a crestas de gallo, causadas por un virus muy contagioso, y localizadas en la vagina, cuello uterino o genitales externos de la mujer.
. Ladillas: son unos insectos parasitarios amarillentos, de unos dos milímetros de largo, que viven en las partes vellosas del cuerpo (pubis, axilas...) donde se agarran por medio de las pinzas con que terminan sus patas.
. Hepatitis B: Es una inflamación del hígado.
. Sida: es una enfermedad infecciosa que afecta al sistema inmunológico humano, encargado de proteger el organismo de las agresiones externas.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Presentación: Una mirada realista.

Los adolescentes suponen una gran parte de la población mundial. En este grupo de población estamos asistiendo en las últimas décadas a un aumento en la incidencia de dos de los grandes riesgos en relación con la conducta sexual de nuestros jóvenes: el embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual. En este blog intentaremos informar sobre estos temas que son de gran importancia para muchos adolescentes.
Ya que en esta edad es cuando se empiezan a crear una serie de demandas internas en el adolescente pidiéndole una adaptación a sí mismo y al medio, autoconfianza y seguridad, capacidad para resolver problemas y responsabilidad, moralidad y valores adaptados a su medio, cultura, religión y ética, posición social y sexualidad con identificación sexual y un papel sexual adecuado. Es en esta edad en la que le empiezan a surgir muchas contradicciones a la persona y por ello no tiene las ideas claras, y es ahí donde puede darse una cierta “atracción por el riesgo”.
Muchas veces la falta de información o la falta de una educación sexual se pueden convertir en un riesgo para la persona en edad adolescente porque puede actuar bajo la influencia de sus inquietudes, propias de la naturaleza del cuerpo humano, y exponerse a cosas que se pueden evitar con una educación previa en la que se les vaya aportando información y se les guie.
Este tema lo consideramos muy importante puesto que en la actualidad estamos asistiendo a una mayor precocidad en la edad de comienzo de la primera relación sexual, situándose entre los 15-16 años.
La Educación sexual es considerada de la siguiente manera por distintos autores:
·           La ES será el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima.       BOIX, Frederic: De la repressió a la psicopedagogia sexual. Ed.: Nova Terra. Col. : Noves Actituds. Barcelona, 1976, p. 116
·           La ES, tomada en un sentido amplio, comprende todas las acciones, directas e indirectas, deliberadas o no, conscientes o no, ejercidas sobre un individuo (a lo largo de su desarrollo), que le permiten situarse en relación a la sexualidad en general y a su vida sexual en particular.   GARCIA WEREBE, M.J.: La educación sexual en la escuela. Ed.: Planeta. Barcelona, 1979, p. 9.
·           Consiste en la enseñanza tendente a desarrollar la comprensión de los aspectos físico, mental, emocional, social, económico y psicológico de las relaciones humanas en la medida en que afecten a las relaciones entre hombre y mujer.   AMERICA SCHOOL HEALTH ASSOCIATION, en: KILANDER, H.F.: La educación sexual en la Escuela Primaria. Los Métodos. Ed. : Paidós. Bibl. del Educador Contemporáneo. Serie Didáctica. Buenos Aires. 1973. p. 28.
·           La ES es la parte de la educación general que incorpora los conocimientos bio-psico-sociales de la sexualidad, como parte de la formación integral del educando. Su objetivo básico es lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para que se cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su cultura, su época y su sociedad.    EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO DEL INSTITUTO NACIONAL DE EDUCACIÓN SEXUAL : Metodología y Educación Sexual. Editor INES. Col.: Educación sexual. Vol. VIII. Sto. Domingo, 1976. p. 14