La educación para la sexualidad forma parte de una de las materias transversales de nuestro currÍculum. Materia pensada para la instrucción de la población infante, y sobre todo de la población adolescente. Dentro de esta materia de gran amplitud, nos hemos querido centrar en el tema de los métodos anticonceptivos. Contenido que debería ser tratado tanto en la institución educativa como en la familia, pero en los últimos años, esto no suele ser así. Y tanto el tema de los métodos anticonceptivos, como el de la sexualidad en general, es considerado un tema tabú, del que la mayoría de los padres prefieren no hablar, ni tocar, quizás por el miedo a anticipar las relaciones sexuales de sus hijos, o por la falta de conocimiento de los mismos, así como también contamos con padres, los cuales no saben cómo afrontar este tema con sus hijos, por miedo o por vergüenza. De este modo, los jóvenes de hoy en día presentan importantes déficits, en la información sobre los distintos métodos anticonceptivos que pueden utilizar.
Si bien es cierto, que la educación para la sexualidad, como ya hemos dicho anteriormente, debería ser tratada desde los primeros años de educación en preescolar, ya que la sexualidad abarca el conocimiento del propio cuerpo, su exploración.
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